Gracias por venir. Quédate un momento con nosotros y te contaremos la historia de toda una aventura, la historia de Cleoveo: quién está detrás de todo ello, cómo surgió este pequeño gran proyecto y por qué nos gustaría que formases parte de él. ¿Nos acompañas?
En ese redondo y movido 1980, hace ya casi mil años, nació Cristina, y allá por 2004 se graduó como arquitecto superior. Desde entonces trabajó en el sector mostrando siempre su interés por la parte más creativa y de diseño. En 2010, después de trabajar durante años en varios estudios de arquitectura se sentía, sin embargo, estancada así que decide, inquieta, desvincularse de estos trabajos y buscar su camino: se presenta a oposiciones; da clases de dibujo en secundaria y de metodología en la Escuela superior de Diseño; prueba con las peritaciones; realiza un master y varios cursos relacionados con el diseño gráfico, el modelado 3D, la metodología BIM y la animación; funda el estudio creativo 3foam y, algo más tarde, BIMValladolid, junto a un par de expertos y trabajadores compañeros; organiza junto a ellos varios congresos a nivel nacional; realiza labores de consultoría y hasta pequeños proyectos de vivienda, y todo ello sin encontrar realmente su lugar.
Creativa, soñadora incansable, a veces algo utópica e idealista, pero ante todo una inconformista, siempre sentía la necesidad de construir algo propio utilizando sus habilidades e inquietudes, pero nunca había tiempo suficiente y el proyecto no llegaba a dibujarse.
De pronto ocurrió algo que no esperaba y nueve meses después, el 20 de febrero de 2015, llegó Leo. Todos decían “un hijo te cambia la vida” o “un hijo cambia tus prioridades” y aunque ella le parecían tontos tópicos y viejas leyendas resultaron ser bastante ciertos. Pero al final el resultado valió la pena: después de unos meses intentando compatibilizar su trabajo y un bebé recién nacido decidió que no podía seguir así, lo dejó casi todo intentando no escuchar a nadie y procurando no mirar atrás.
Efectivamente algo se había fundido ahí dentro, creo que algunos lo llaman el síndrome del padre primerizo o algo así. Claro, ahora todo ha de llevar un nombre. En una de esas noches de insomnio obligado, gracias a un bebé imparable que no quería dormir, Cristina comenzó a dar forma a este proyecto. Era ahora o nunca. Tendría que trabajar muy duro pero ahí estaba la oportunidad que siempre había estado esperando.
Dicen que las mejores ideas surgen a raíz de problemas que todavía no tienen solución y algo así ocurrió con Cleoveo: esta madre primeriza con poco tiempo y mucho sueño se enfrentó a la complicada indumentaria de su bebé y decidió crear la prenda ideal que toda madre busca sin encontrar:
Ha llegado la hora del paseo y el protocolo a seguir manda cambiar pijama por ranita azul con lazos o pololo, camisita con jaretas, y patucos, gorro y chaqueta a juego tejidos con fina lana y adornados con cintas de raso, más sabana de hilo con encajes y bodoques. Mamá tiene 30 minutos para dar su paseo y va a perder 20 en preparar al pequeño y convertirlo en un pimpollo enlatado con lazo de regalo que al poco habrá que cambiar porque, ¡oh vaya!, se ha manchado. Por suerte Leo es un bebé inquieto al que no le gusta dormir y su mamá una mujer emprendedora, inconformista y soñadora; diseñadora y arquitecta de profesión, que va a tener por delante largas noches de obligado insomnio para trazar una nueva estrategia".
Así nace el mono para bebés reversible que crece con él y la línea de ropa y complementos personalizables para bebés, 100% ecológicos, con diseños propios, y un claro objetivo: buscar el máximo bienestar para el bebé, lograr hacer un poco más sencilla nuestra vida de padres, y desmontar teorías y barreras culturales que a veces parecen infranqueables, como el uso de adornos innecesarios, colores preestablecidos, distinción entre sexos, etc.
Pero Cleoveo es más que eso porque desde que nació Leo, y mucho antes, Cristina quería ya gritar y reivindicar tantas cosas que muchas veces damos por sentadas y con las que no estaba de acuerdo, y quería también animar a otras mujeres, madres o no, a dar ese salto, a crear ese algo con lo que llevaban tiempo soñando. Por ello Cleoveo también va de eso:
De mujeres como tú, inconformistas y luchadoras. De mujeres con sueños y retos por cumplir. De mujeres que quieren ser madres y no sólo madres, que no quieren un Día de la Mujer Trabajadora o que las contraten gracias una cuota sino poder estar cerca de sus hijos y también desarrollarse personal y profesionalmente. Mujeres que se encuentran perfectamente incluidas dentro de un “bienvenidos” o un “ciudadanos” porque lo importante son otras cosas. Mujeres que no quieren formar parte de ningún cliché porque son mucho más que una capa de maquillaje y unos tacones altos. Que no quieren “igualdad” o paridad mal entendidas porque se saben diferentes y están orgullosas de serlo, y que, sobre todo, no tienen tiempo para tonterías.
Por el camino Cristina descubrió la Moda Sostenible, lo que hay detrás de la industria convencional de este sector, y valores fascinantes a los que se sumó sin dudarlo. A día de hoy, enamorada de la moda sostenible, lucha activamente para lograr que esta tendencia se imponga de manera real y Cleoveo apuesta por la ecología y la ética: tejidos 100% orgánicos, reciclaje, economía circular y transparencia en todo el proceso de producción para lograr una sociedad más justa, sustentable y humana.
Este es el Espíritu Cleoveo del que nos gustaría que formases parte. ¡Únete al Espíritu Cleoveo!
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