Tras ese amago de episodio 25 1/4 por fin puedes escuchar los resultados de Bebés Cleoveo en sus primeros días de andadura. Eso y muchas, muchas emociones: momentos duros, momentos mágicos e incluso momentos terroríficos. Aprende a emprender o mejor emprende y no lo pienses demasiado: )
Siempre me han gustado las emociones fuertes. He hecho escalada, rapel, rafting, espeleología…Y si no he hecho más locuras ha sido porque no me han dejado pero….pero en estos meses, me he dado cuenta que no hacía falta nada de eso. Si quieres emociones fuertes, fuertes de verdad, ponte a emprender, emprende, lánzate a la piscina y ya verás como tu corazón no para de subir y bajar, de volcarse a un lado y a otro de una forma que nunca habías creído que pudiera hacer.
Hoy se cumple justamente una semana del lanzamiento de Cleoveo y siento como si me hubiera subido a una montaña rusa y ahora mismo me encontrara colgando de lo más alto y sin saber si podré subir o bajar. He pasado por todos los estados posibles: de creer que lo había logrado a echar el cierre y dejarlo todo, de sentarme tranquila pensando que podía descansar a ponerme a trabajar frenéticamente y bloquearme por falta de tiempo, de reír a llorar…. Y lo peor es que ahí sigo y no sé cuánto más durará.
Creo que los emprendedores somos unos auténticos inconscientes, es la única explicación posible. Quizá es la única manera de avanzar, mirar únicamente el paso que estás dando ahora mismo, fijarse en que no hay ninguna piedra en la siguiente pisada, pero nunca más allá o te hundirás. Si miras al frente para ver todo el camino que queda estás perdido, te convertirás en una estatua de piedra incapaz de avanzar.
De esto los arquitectos algo sabemos, creo que es lo único útil que aprendemos en la carrera, algo es algo, y digo aprendemos, porque enseñarnos no nos enseñan casi nada, pero esto, esto es otra historia…
Hablando de historias me estoy acordando de una que creo que define bastante bien como soy. De esto hace mil años, creo que estaba en octavo de EGB, ahora ni siquiera se llama así. El caso es que fuimos de viaje de fin de curso al parque de atracciones de Madrid. Y allí, a parte de las montañas rusas y demás cacharritos, que teníamos ya superados, el mayor reto era atreverse a entrar en la Casa del Miedo ¿Sigue existiendo esta casa del miedo? Yo tenía que lograrlo y allá que fui.
Mientras hacíamos cola, porque nos hicieron esperar mucho tiempo, había un cartel justo delante de mi que decía algo así como: abstenerse todas aquellas personas con problemas de corazón, no nos hacemos responsables de desmayos, taquicardias o posibles infartos. Aquello todavía lo recuerdo. Mi corazón empezó a acelerarse cada vez más. Ahora no podía abandonar, tenía que entrar y enfrentarme a todos aquellos monstruos incluida la protagonista, la niña del exorcista, con la que todavía tengo de vez en cuando pesadillas.
Llegó nuestro turno, toc, toc, llamamos a la puerta y nos abrió una especie de monje terrorífico. Ya estaba hecho, ya no podía echarme atrás, estaba dentro. Entonces, yo sola, no hizo falta la ayuda de ninguno de los personajes encantados de aquella casa, entré en un estado de pánico incontrolado y empecé a chillar a cada paso, veía manos que salían de las paredes para atraparme, me estaba bloqueando, me quedé paralizada y no podía avanzar. Veía como el resto del grupo seguía adelante mientras yo estaba ahí. Menos mal que realmente mi corazón estaba perfectamente sano porque, de lo contrario, hubiera entrado en paro cardiaco seguro. Por fin di unos pasos y entré en la famosa habitación de la niña del exorcista, chillé y chillé sin ni siquiera mirar. Después de eso ya solo recuerdo que me cogieron por ambos brazos y que en volandas me sacaron de allí. Cuando logré tranquilizarme uno de los actores me llevo de nuevo dentro y fui casi de su mano recorriendo habitación por habitación, no era para nada como yo lo había vivido momentos antes. Yo sola me había creado mi propia y terrorífica casa del miedo. Yo misma me había creado mis monstruos, mi imaginación se había encargado de todo.
Y un poco esto es lo que últimamente me está pasando, estoy entrando en modo pánico y yo sola me paralizo y me bloqueo hasta lograr tranquilizarme y seguir avanzando pero, es que están pasando tantas cosas y mi tiempo es tan limitado…:
Martes, 20 horas: desde Portugal me llama el jefe de producción, Cristina, siento comunicarte que el viernes solo estará una parte de la producción, el resto te llegará el lunes.
Miércoles 12 horas, no logramos arreglar el error 404 que inunda el podcast y el blog de la web de Cleoveo. Descubrimos que el error desaparece al desactivar la tienda online, Guay puedo preguntar a mis clientes si prefieren leer artículos y escuchar mi linda voz o comprar porque solo podrán hacer una de las dos cosas.
Miércoles, 15 horas, me confirman desde la central de Barcelona, que todo está bien, que finalmente han adelantado algo de trabajo y el viernes sí tendré aquí todos los productos. Bien, respiro, tranquila Cristina, todo va a salir bien.
Jueves mañana, en un intento por arreglar el error, la tienda online comienza a fallar, te metas en el producto que te metas siempre aparece el mono Cleoveo. Bueno genial, es nuestro producto estrella, no? Todos a comprar monos reversibles de Cleoveo.
Jueves, 15 horas, llamada de Portugal, no Cristina, no llegamos, pero tranquila, recibirás todo el sábado por la mañana. Está confirmado con la empresa de transporte. Míralo por el lado bueno Cristina, tienes un día más para organizarlo todo antes de que lleguen las mil cajas.
Jueves, 18 horas, la web vuelve a estar operativa, no corrijo, el podcast y el blog siguen con el error 404, pero al menos lo demás funciona. No pasa nada, ya arreglaremos esto más adelante: Me digo: lo perfecto es enemigo de lo bueno, lo perfecto es enemigo de lo bueno, me repito.
Jueves noche, todavía no he tenido tiempo de crear los cupones de descuento que tengo que enviar a los suscriptores a las 0:00 horas del viernes, tampoco he subido a la web las imágenes de Black Friday ni el aviso de las ofertas. Ni siquiera sé como se crean los cupones. Entro en pánico y tras ver un pequeño tutorial me doy cuenta de lo sencillo que es. En cuanto a las imágenes y el mensaje, Jordi, me ayuda y no tardamos en tenerlo todo listo.
Viernes 0:15 horas, ¡¡primera compra de Cleoveo!! Han utilizado Paypal, me doy cuenta de que, aunque creí haber comprobado todo el proceso de compra días antes, el sistema de mi web no detecta el pago realizado, o arreglo el problema o la compra se anulará. A las 4 de la mañana logro arreglarlo y me acuesto por fin.
Sábado, 8 de la mañana, Leo se despierta y mamá con él. Parece que noto algo de cansancio.
10 de la mañana, llegan las 12 cajas de productos CLEOVEO!!! Ya está aquí. Cristina, no puedes más, tómate estos días de descanso. Te lo mereces.
Informo a Pedro, mi amigo fotógrafo, de que cuando tenga un hueco libre, lo reserve para hacer la sesión de fotos de Cleoveo. Me ofrece hacerlas ya, al día siguiente, el domingo. ¡Genial Cristina, vas a tener por fin las fotos que Cleoveo se merece!, ya descansarás otro día.
Sábado noche, todavía no he preparado toda la ropa y productos para la sesión. Me pongo a abrir las cajas y a buscar las tallas y modelos que necesito: pañuelo, listo, encontrado, bandana, aquí está, mono, este, qué bien ha quedado, bodys, bodys,….a sí, aquí están las cajas de los bodys.
Ohhh, Dios mío, dime que esto no está ocurriendo, dime que no, dime que no, SOLO HAN ESTAMPADO LAS MANGAS DE LOS BODYS, ¿CÓMO ES POSIBLE? Es del único producto que no pedí mil muestras durante el proceso de manufactura. Estaba claro, tenía una muestra del body sin estampar y las muestras de la tela estampada. ¿Qué duda cabía? Durante los días antes me había intentado imaginar cualquier posible fallo pero aquello, nunca lo hubiera creído. Esos no son los bodys que yo he diseñado. ¿Y todos los que ya me habían comprado un body?
La verdad es que el sábado por la noche fue ese momento en el que me hundí, le dije a Edu, que lo dejaba todo, a tomar por culo Cleoveo, creo que le dije. Voy a intentar al menos no perder toda la inversión que hemos hecho y después se acabó. No podía más y estaba agotada.
Obviamente devolví el dinero del body a todos los que ya lo habían comprado, ese no es el producto que yo les había ofrecido. Habían confiado en mi y yo les enviaba un producto diferente. Escribí un correo con mis disculpas y realicé los reembolsos.
Tras negociar con fábrica me van a devolver parte del dinero, solo parte, así que por ahora los bodys Cleoveo solo tienen las mangas estampadas. Eso sí la calidad y la manufactura son perfectas, y los he puesto rebajadísimos.
Domingo mañana, sesión de fotos en el cuartel general de MOI, el estudio de interiorismo de Pedro. Leo no para de corretear, y Pedro subido a una escalera comienza a hacer las fotos, primero de los productos, Leo no para y tengo que estar pendiente de él. La escalera se tambalea ante mis ojos y sin poder hacer nada veo como Pedro se cae desde lo más alto golpeándose fuertemente contra una mesa. La cámara también cae. Resultado: varias costillas fisuradas y un flash y objetivo carísimos hechos añicos. Pero seguimos, o más bien Pedro sigue, ayudándose de otro flash de peor calidad. Así somos los emprendedores, así es Pedro, adelante y a por todas, gracias Pedro. Al final salvamos los muebles y hasta hicimos fotos de su pequeño Pedro y de Leo vestidos con los flamantes monos Cleoveo. Pedro recuperándose poco a poco, pidiéndonos que dejemos los abrazos para más adelante, y reponiendo su material.
El resto del día me arrastro agotada hasta lograr acostar a Leo, unos minutos de descanso…
Domingo día de lavadoras y organización, tengo que poner un poco de orden en todo esto.
Al final del lunes, después de los días de Black Friday tengo 7 compras, un contacto de una tienda física de Barcelona que quiere vender mis productos y de una tienda online que también quiere ofrecerlos. Cristina lo estás logrando vas a conseguirlo.
Llega el martes, día de podcast y todavía no he podido enviar ninguno de los pedidos. Cristina esto es lo fundamental, te debes a ellos, de la confianza que logres cliente a cliente depende todo. …..y podcast como viste anulado y pospuesto. Un día entero haciéndome con el sistema de envíos de correos express y preparando todos los paquetes, varios con packaging especial de regalo y un mono y bandanas para personalizar, para un pequeñín llamado Iván. Los que ya tenéis vuestro pedido o regalo Cleoveo, contadme por favor, decidme si os ha gustado
A estas alturas, he realizado 11 ventas, he facturado casi 500 euros, he logrado 43 likes más en Facebook y una grandísima acogida de cada actualización de estado que hago, 9 seguidores más en Twitter y 14 más en Instagram con mil corazones. Las cifras son buenas pero algo no está funcionando porque en los últimos días no ha habido más ventas ni tampoco más sucriptores en la web. Lo peor es que no he tenido un minuto para ver Google Analytics. Sí, esa herramienta maravillosa que nos ofrece estadísticas de todo lo que ocurre en nuestra página, pero alguien tiene que estar detrás para estudiarlo y tomar acciones.
Además, se me ponen los pelos de punta cada vez que escucho un anuncio con las nuevas campañas ya en marcha de Navidad y yo todavía no tengo preparado nada de esto. Tengo pensado qué hacer pero no tengo horas en el día para hacerlo. Esta tarde tengo reunión con Jordi, si para entonces he logrado subir este podcast. A ver si puede ayudarme con todo esto.
Cleoveo depende de lo que ocurra en navidad y ya estamos en diciembre La situación es bastante crítica, para que te voy a engañar. Así que no logro sacarme de aquí dentro un nudo en el estómago y estoy pasando de disfrutar muchísimo con esto a sentirme bastante ahogada. Pero este no es el momento de renunciar. Tengo que echar el resto.
Quizá mi mayor preocupación no es esta. Si todo pudiera depender únicamente de mi y no afectara para nada a los demás, no habría problema. El problema es que necesito seguir tirando de la superabuelita, de papa Edu, y de todos los que me están ayudando en esto.
Anoche Edu me lanzó una pregunta terrorífica, esta sí es terrorífica. Me dijo, Cristina, quiero a Leo con todo mi alma, os quiero a los dos más que a nada en el mundo pero ¿Sómos más felices desde que llegó Leo? Quizá se equivocó de pregunta y debió decir ¿Somos más felices desde que te metiste en este berenjenal?
Edu, déjame que piense la respuesta…
Gracias por estar ahí al otro lado, por tu confianza en este proyecto, por hacer de altavoz por mi, por hacer que esto sea posible, que esta loca emprendedora haya llegado hasta aquí.
Y ya sabes, un favor más, si te gusta este podcast y te gusta todo el proyecto que hay detrás, dame tu valoración de 5 estrellas en Itunes, tu corazón de me gusta en Ivoox y pon tu comentario en cualquiera de ellas porque, quien sabe, si quizá, ahí al otro lado hay más gente como tu que también quiere escucharlo.
Un abrazo y nos vemos en el próximo episodio, si tu quieres, claro
¡Eihhhh que seguimos adelante!, que después de la tormenta viene la calma, que ya me he lanzado, que no me pienso quedar parada, que me encanta Cleoveo, que no me arrepiento de nada, que no me pienso rendir tan pronto… Y tu tampoco lo hagas, ni se te ocurra, adelante con lo que sea, …
Por cierto, el error 404 se arregló, y todo gracias a Braulio Moreno, muchas gracias Braulio. Braulio es un oyente del podcast, ingeniero informático pero sobre todo gran amante de la fotografía. El también tiene un podcast, fantástico por cierto, dedicado a ello, se llama La escuela de la fotografía. Podéis encontrarlo todo en su web The imagen.
Aunque Cleoveo no salga adelante de esta experiencia algo bueno sale seguro, no hay nada mejor que descubrir gente dispuesta a ayudar sin pedir nada a cambio, a volcarse por un proyecto y a estar ahí siempre que los necesitas. De esta experiencia al menos quedarán amigos de verdad.
Bufff, ya está, ningún podcast me ha costado tanto como este ni me ha salido tan mal como este
Llegué aquí a través del podcast que hiciste con Ana González Duque. Y ahora he escuchado este podcast. Tengo mellizas de veintipocos meses, estoy iniciando un proyecto, no tengo tiempo, y la pregunta que os hacéis al final del podcast tu pareja y tú es algo habitual entre mi pareja y yo. A veces todo nos supera, nos falta tiempo o necesitamos un momento de paz. Pero con un poco de suerte, mucho trabajo, apoyo de tu pareja y un par de besitos de los pekes de la casa, ¡todo es de otro color!
Mucha suerte en tu proyecto CleoVeo! Todos los productos son chulísimos.
Hola Jordi, ¡Tienes toda la razón! No hay nada mejor para esos momentos de bajón que el apoyo de los que más quieres y un beso de los peques (añado una sonrisa :)) ¡Mil gracias! ¡Y mucho, mucho ánimo con tu proyecto!!! Si puedo ayudar en lo que sea ya sabes donde encontrarme 🙂 Un abrazo.