“Este niño babea mucho: le están empezando a salir sus primeros dientes”. Esto es lo que te dirán abuelas, tías, y amigas cuando tu bebé comience a mojarlo todo con sus babillas. “No te preocupes, en pocos meses pasará”, esto también te lo dirán. Pero cuando tu bebé tiene más de dos años, no deja de decir “yo ero mayor”, y sigue babeando, ¿cuál es el problema?
Desde luego Leo es el bebé más rico del mundo, dejadme que diga esto, amor de madre : ), pero también es el más baboso del universo. No obstante, comencemos por el principio.
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Cuándo comienzan a babear los bebés
Los bebés comienzan a producir mucha saliva a partir de los dos meses o las 10 semanas y no te asustes, el motivo principal es muy sencillo: todavía no saben tragar como nosotros y no han aprendido a gestionar ese exceso de saliva.
Esas babillas que suelen comenzar a partir de los dos meses son de lo más normal, empiezan a producir más saliva y todavía no saben tragar”
Dicen que los bebés que usan chupete babean menos pero esto nosotros no lo hemos podido comprobar: Leo nunca ha querido chupete. Sí, por esto las abuelas también nos han criticado y mucho pero…, bueno ya sabéis como son : ) Lo mejor, bajo nuestra experiencia, es: ni caso. Al principio te tomas estas cosas muy en serio y te llevas malos ratos pero pronto aprendes que cada niño es un mundo y que tu intuición de madre es la mejor guía.
Cuál son las causas del babeo de los bebés
Pero, ¿cuál es la causa de tanta baba? Muy fácil: los dientes y la alimentación complementaria.
¿Aún no estás en la lista?
Queremos contarte lo mejor de Cleoveo y regalarte nuestro cuento para bebés. Prometemos no robarte mucho tiempo.
Con 10 semanas todavía es pronto para notar esos primeros dientes pero ahí, bajo las encías, se está preparando una buena y ellos lo empiezan a notar. Se pasan la lengua constantemente y se meten hasta el puño si hace falta para calmar el dolor y la hinchazón, y esto produce una mayor segregación de saliva.
Pobre Leo, todavía recuerdo lo mal que lo pasó con los dientes, tenemos toda una colección de mordedores de aquella época que metíamos en el congelador porque bien fresquitos parecían calmarle aquel dolor del infierno. Hasta fiebre le produjo la salida de estos primeros dientes.

Eso sí, debo deciros que la pediatra nunca lo admitió, nos decía que esto eran leyendas urbanas y que la salida de un diente no puede producir fiebre. ¿Algún virus pasajero que se había confabulado con cada uno de sus dientes para salir a la vez?
El comienzo de la dentición y la introducción de nuevos alimentos son las principales causas del exceso de salivación”
Por otro lado, no tardando mucho, cumplirán 4 meses y esta es, podríamos decir, la fecha oficial para comenzar a pensar en introducir otros alimentos que no sean el biberón o la tetilla de mamá. Esos nuevos sabores harán que se activen sus glándulas y salive mucho más.
Esta no pudo ser la razón en el caso de Leo porque continuó con tetilla de mamá a demanda y casi en exclusiva hasta los 9 meses. No había manera de que tomase nada más, fue toda una lucha que por aquel entonces me agobiaba mucho y que ahora hasta me hace gracia recordar. Con más de 2 años sigo dándole el pecho, pero este será material para otro interesante artículo que pronto llegará.
Remedios para las babas de los bebés
Este exceso de segregación de saliva puede producirles irritación en la zona de la barbilla y el cuello, o incluso hongos en el peor de los casos. También resfriados porque se pasan el día con “la pechera” empapada, gases por tomar aire al tragar, y hasta escoceduras en el culete, aunque no te lo creas.
Parece ser que la salida de esos primeros dientes hace que la composición química de la saliva sea más ácida y esto puede modificar el PH de la orina llegando a producir esas escoceduras, lo que aprende una : )
En la práctica, y sin llegar a ninguno de esos extremos, lo que normalmente ocurre es que el peque va empapado a todas partes y se puede enfriar. Además, esa saliva aparentemente inofensiva no te imaginas lo que mancha la ropa. Lo amarillea todo y al final la única capaz de quitar las manchas es la superabuelita con sus remedios aparentemente sencillos pero casi milagrosos que tú nunca llegas a igualar.
Lo fundamental es mantener el cuello, pecho y barbilla secos y hacerlo con un material de algodón, si puede ser orgánico, para evitar que la zona se irrite más y se produzcan eczemas o alergias. Esto es muy fácil de decir pero cuando es tan continuo y abundante no das abasto y acabas llevándolo al pobre todo el día con un babero de esos feos y plastificados que rompen toda la estética y, mucho más importante: son incómodos para jugar.
La mejor solución son las bandanas, esos baberos quitababas que son como pañuelos anudados al cuello con los que tu bebé puede presumir. El problema es que después de probarlos casi todos todavía no hemos encontrado ninguno a prueba de las “leobabas” infalibles que lo traspasan todo.
Para evitar que empapen toda la ropa y se enfríen lo mejor es elegir una bandana de algodón orgánico para prevenir rojeces y alergias, con membrana impermeable, para impedir que el líquido traspase, de fácil ajuste, y con un diseño atractivo que vaya contigo”
Las bandanas babero para bebé suelen estar compuestas por dos telas cortadas en forma de triángulo cosidas entre sí. Una de ellas normalmente es de un tejido conocido popularmente como rizo de toalla, un material con gran capacidad de absorción que tarda en empapar impidiendo inicialmente que las babas lo atraviesen. Pero al final, y si las babas son abundantes, no tardarán en pasar, traspasar el material, y convertirse en una auténtica esponja colmada de líquido que mantiene a tu hijo mojado todo el día y que nunca se acaba de secar.
Viendo todo esto nosotros diseñamos nuestro propio babero bandana, un pañuelo secababas reversible que lleva incluida una membrana entre ambas telas para impedir lo más posible que las babas traspasen de un lado a otro y que, a diferencia de otras, puedes ajustar a la medida exacta con nuestro nuevo sistema de cierre.
Logramos encontrar un material muy fino e impermeable para esa membrana que, además, no fuera acartonado al tacto como son los baberos plastificados convencionales. Para las dos telas exteriores no tuvimos duda, en Cleoveo siempre apostamos por el mejor algodón orgánico certificado, suave, y puro de verdad para cuidar al máximo la piel de nuestros bebés y evitar irritaciones, eczemas, o alergias. En definitiva el complemento ideal para cualquier bebé babosillo que quiera estar cómodo, seco y guapo a rabiar.
¿Qué te parecen? Hemos arrancado con dos modelos a juego con nuestro querido mono Cleoveo, pero son reversibles y totalmente unisex, por lo que combinan bien con todo. Ya están disponibles para comprar, y pronto sacaremos nuevos modelos para que siempre encuentres el tuyo. Descubre todas las características y ventajas de las bandanas Cleoveo y cómo anudarlas de forma sencilla y rápida en este vídeo:
Cuándo terminarán las babas de bebé
Esto, como ocurre con casi todo en el mundo bebé, no es una ciencia exacta y dependerá de cada caso, pero normalmente a los 12 meses controlan ya bastante bien eso de tragar y se reduce el babeo. El otro punto clave ocurre en torno a los 18 meses, cuando termina la etapa de la dentición, pero tampoco sucede a la vez en todos los casos.
Como os decía Leo no es uno de ellos, tiene ya 27 meses y sigue babeando como el que más, espero que no sea el único : ) Le hemos consultado a la pediatra en varias ocasiones este tema y su respuesta siempre ha sido la misma: no os preocupéis, entra dentro de la normalidad y pasará.
Si tu bebé ha cumplido ya 2 años y sigue siendo un babosillo no te preocupes, esta etapa también pasará, y puede ser perfectamente normal”
Pues eso, un incordio, sí, pero nada más. Yo no conozco a ningún adulto hecho y derecho que siga babeando, así que tranquilos. Eso sí, Leo ya lo entiende y lo parlotea todo, así que últimamente le decimos: “las babas hay que tragarlas”. Se lo ha aprendido muy bien y en cuanto vemos que comienza a salir ese hilillo de saliva se lo explicamos de nuevo sin ningún enfado y con mucha gracia y él lo repite riendo, moviendo los labios, y tragándose sus babotas. Creo que estamos cerca de lograrlo : )
Interacciones del lector